Según estimaciones del equipo de Spotlike, el mercado de América Latina en el uso de influenciadores para las marcas, tiene un potencial de u$s 700 millones, de los cuales en 2016 solo se invirtió u$s 100 millones y para este 2017 se espera superar u$s 140 millones.
Según estimaciones del equipo de Spotlike, el mercado de América Latina en el uso de influenciadores para las marcas, tiene un potencial de US$ 700 millones, de los cuales en 2016 solo se invirtió US$ 100 millones y para este 2017 se espera superar los US$ 140 millones.
La consolidación de la tendencia se debe al incremento de los presupuestos de las grandes marcas pero también a la inclusión de esta estrategia de inversión por parte marcas acotadas a un mercado específico, o de nicho en área geográfica de operación.
Si bien estamos familiarizados a escuchar de mega influenciadores, que ya se convierten en marcas en sí mismas como es el caso de Olivia Palermo, el poder de la recomendación cercana es igual de poderosa y más accesible a través de los micro-influencers.
Un micro-influencer potencia el engagement de la marca con sus públicos y los hace más proclives a consumir sus productos o servicios.
“Hay distintos motores del crecimiento en la inversión de influencer marketing: por un lado la consolidación del modelo de branded content, dado el valor que agrega a la experiencia del usuario mediante el contenido.
Perfil del micro-influencer
Si bien todos somos influenciadores ya que afectamos las opiniones y decisiones en nuestros círculos cercanos, las redes sociales generaron que personas que no son famosas, cobren otra relevancia y alcancen audiencias solo por el contenido que generan. Ya sea que suben contenido de humor, fitness, life & style o de otra vertical temática determinada.

Estos referentes de las redes suelen cumplir con estos tres requisitos:
Tener perfiles activos en redes sociales
Audiencia cautiva de por lo menos 5.000 seguidores
Generar contenido y posteos de forma frecuente
De esta manera lo que seguramente vamos a comenzar a ver durante este verano, la mayor época de consumo en el año en Argentina, es marcas trabajando de cerca con micro-influencers.